Las siglas EU ETS (European Union Emissions Trading System) hacen referencia al régimen de comercio de emisiones de gases invernadero creado por la Unión Europea para luchar contra el cambio climático. Es un sistema pionero por ser el primer programa de comercio de derechos de emisión del mundo aplicable a los 27 Estados miembros de la Unión Europea, junto a Liechtenstein, Noruega e Islandia.
A partir del 1 de enero de 2024, las compañías navieras deberán monitorear rigurosamente sus emisiones para garantizar el cumplimiento ambiental exigido. La proporción de emisiones de CO2 que deben cubrirse con derechos aumenta gradualmente cada año:
- 2025: el 40% de las emisiones declaradas para 2024 deberán estar cubiertas por derechos de emisión.
- 2026: el 70% para 2025.
- 2027 en adelante: el 100% de las emisiones reportadas.
¿Cómo se monitorean, informan y verifican las emisiones?
Las compañías navieras cubiertas por el EU ETS deben tener un plan de monitoreo aprobado para monitorear y reportar las emisiones anuales. Cada año, las empresas deben presentar un informe de emisiones para cada uno de los buques bajo su responsabilidad, así como un informe de emisiones a nivel de empresa (que agrega los datos del buque que deben declararse a efectos del ETS).
Los datos de un año determinado deben ser verificados por un verificador acreditado antes del 31 de marzo del año siguiente (o antes del 28 de febrero si así lo solicita la autoridad administradora). Una vez verificado, las empresas deberán entregar (utilizar) el número equivalente de derechos antes del 30 de septiembre de ese año.
Stock Logistic, como operador logístico global, es consciente de la relevancia e impacto de esta nueva normativa en el sector marítimo y el medio ambiente. La capacidad de ajustarse a las nuevas regulaciones con flexibilidad y compromiso constituye un elemento fundamental en la estrategia de la compañía.
El impacto del sistema ETS en el sector marítimo
Según algunos estudios, la implementación del EU ETS podría provocar que las navieras realicen una primera parada en el norte de África, el mar Adriático, el Reino Unido o el Mediterráneo Oriental para evitar los costes del gravamen. Situación que preocupa a los representantes de algunos puertos españoles por instar a la fuga de escalas a otros recintos fuera del ámbito europeo, o el descenso de los transbordos.