El sector logístico ante el reto del cambio climático

Actualmente el sector del transporte es el responsable de más del 26,3% de las emisiones de gases de efecto invernadero en Europa. En el caso de España la cifra aumenta ligeramente hasta el 30,9%. En un contexto donde la lucha contra el cambio climático inunda todas las agendas públicas y privadas, la logística empieza ya a hacer sus deberes antes de que los efectos sean irreversible a nivel global.

Ahora mismo el transporte en particular y el sector logístico en general trata de armar una estrategia con el fin de lograr la anhelada sostenibilidad. En Stock Logistic ya hemos hablado alguna vez de ecología en el transporte y trabajamos para conseguir reducir el impacto de las emisiones en nuestro servicios de transporte marítimo o aéreo.

Los tres grandes retos a los que se enfrenta son:

  • Eficiencia energética. Todos los sectores productivos deben encontrar en cada modo la energía propulsora más sostenible a nivel medioambiental pero también económicamente.
  • Apuesta por la modalidad, es decir, la búsqueda y el desarrollo de aquellos modos y combinaciones modales más sostenibles. En este apartado cobra especial importancia el desarrollo del ferrocarril que muchas grandes compañías están fomentando. Entre ellas, Grupo Alonso, concretamente a través de su Plan Logístico Global, y del que Stock Logistic forma parte.
  • Mejora de la operativa para todas aquellas innovaciones que permitan minimizar el impacto medioambiental. No se trata de una tarea sencilla ya que ahora mismo seguimos teniendo una alta dependencia de los combustibles fósiles.

Recientemente se ha celebrado en Madrid la XXV Cumbre del Clima (COP25) en la que se han recogido una serie de compromisos relativos a las emisiones de C02 a nivel internacional y el calentamiento global de cara a 2050, medidas suscritas en esta COP25 por 73 países, 14 regiones y 398 ciudades así como 16 inversionistas y 786 empresas.

IMO 2020

Mientras todavía colean las consecuencias sobre el balance de la cumbre climática, además, el sector marítimo ya ha iniciado la cuenta atrás para adaptarse al uso de combustible marino con un bajo contenido en azufre a partir del próximo 1 de enero de 2020. Eso supone que más de 50.000 buques mercantes deberán reducir el actual 3,5 por ciento a no superar el 0,50 por ciento.

La mayor parte de la demanda de búnkeres cambiará el actual fuelóleo con alto contenido de azufre a combustibles más sostenibles. Y, según algunos expertos, la transformación de la flota mundial exigirá que, a partir de ahora, armadores, fletadores, tripulación y refinerías tendrán que realizar una planificación exhaustiva.