El proteccionismo en el comercio internacional

El proteccionismo es una política económica que busca proteger la producción y empleos de un país imponiéndole restricciones, limitaciones o aranceles a los bienes o servicios provenientes del extranjero (importaciones) encareciéndolos para hacerlos menos competitivos frente a los nacionales.

La acción de medidas proteccionistas incide directamente en las leyes de la competencia, es decir, las leyes del mercado que explican la relación directa entre oferta y demanda. En los últimos años, y en el marco de un mundo globalizado que asume el proteccionismo como tendencia minoritaria, ha surgido, sin embargo, una respuesta conservadora que muchos llaman neoproteccionismo fruto de las nuevas formas de mercado y del flujo de dinero o productos a escala global.

No obstante, desde hace muchos años, los grandes flujos del comercio internacional se basan en un libre mercado, sin apenas trabas proteccionistas. Las grandes compañías transitarias, como es el caso de Stock Logistic tienen en cuenta todos estos factores a la hora de ofrecer sus servicios de transporte de mercancías a cualquier parte del mundo.

Algunos tipos de proteccionismo

  • Compensador, equipara los precios de compra de los productos para que no existan discrepancias significativas entre el producto nacional y el importado.
  • Anti dumping, establece barreras con subsidios para evitar la práctica del “dumping” o la venta por debajo del valor de mercado.
  • Proteccionismo fiscal, protege las tareas fiscales de la nación mediante estrategias en torno a la recaudación de impuestos.

¿Cómo se aplican las políticas proteccionistas?

Algunas medidas para aplicar las políticas proteccionistas son a través de:

  • Aranceles, que es el método que grava a las importaciones directamente, elevando el precio de los productos importados. Eso los hace menos competitivos.
  • Cuotas. Este método establece las cantidades límite de los productos que se pueden importar, impidiendo que las otras naciones inunden el mercado con productos baratos producto de subsidios.
  • Subsidios, los ofrecen los gobiernos a las industrias locales a través de créditos fiscales o pagos directos, reduciendo así el precio de los bienes y servicios producidos localmente. Funciona mejor que los aranceles porque tiene la ventaja adicional de abaratar las exportaciones y volverlas más competitivas en el extranjero.

Ventajas e inconvenientes del proteccionismo

Los defensores del proteccionismo argumentan que algunas ventajas de aplicar este tipo de medidas son la mejora de las industrias estratégicas del país, el fomento del sector industrial nacional o la protección de sectores que están comenzando a desarrollarse.

Otros expertos, apuntan, sin embargo, que a largo plazo la falta de competencia termina por debilitar la industria ya que las empresas locales dejarán de innovar y mejorar sus productos o servicios. A largo plazo, señalan, los consumidores terminarán pagando más por productos de menor calidad. Además, el proteccionismo limita los mercados para las propias empresas nacionales, al toparse con medidas similares de parte de otras naciones, y, finalmente, desacelera el crecimiento económico del país.

El libre mercado frente al proteccionismo

En la vía opuesta al proteccionismo se encuentra el libre mercado o libre comercio. Implica la ausencia de barreras comerciales que supongan obstáculos para el intercambio de bienes o servicios entre países. El libre mercado se fundamenta en la eliminación de los frenos artificiales al intercambio internacional de bienes y servicios. De forma que mientras el proteccionismo impone medidas, como aranceles, impuestos o cuotas, el libre comercio las elimina.

En una economía de libre mercado, el Estado no ofrece subsidios, regulaciones, leyes o normativas. Muchos expertos defienden que esta doctrina económica logra una mayor competitividad de empresas y productos, mejora la actividad económica y el empleo.