El Despacho de Aduanas: El canal verde, amarillo, naranja y rojo

La pesadilla más recurrente de cualquier profesional de la logística internacional es que su mercancía acabe en el temido circuito o canal rojo de la aduana. Como si se tratara de un semáforo, un código de colores nos indica en qué estado se encuentra nuestro envío dentro del proceso del despacho de aduanas y qué esperanzas podemos tener de que llegue a tiempo a su destinatario. Si se trata del verde todo va bien. Del amarillo al naranja es muy probable que tengamos retrasos por culpa de la documentación, y si hemos caído en el circuito rojo, solo podemos esperar una cosa: problemas.

Uno de los trámites más delicados que hay que realizar cuando llevamos a cabo una operación de comercio internacional es el Despacho de Aduanas. Tanto para la mercancía importada, como para la exportada, presentar correctamente toda la documentación y que nuestra carga sea asignada al canal adecuado puede suponer la diferencia entre el éxito y el fracaso.

Aunque en ambos casos es necesario cumplir con todos los trámites estipulados, es con frecuencia en los despachos de importación donde más trabas podemos encontrar a la hora de un control aduanero.

El Despacho Aduanero

El despacho aduanero es el proceso que engloba todos los trámites que es necesario realizar y la documentación que debe presentarse ante las autoridades aduaneras, para introducir o exportar mercancías de un territorio en el marco de una operación comercio internacional.

Por lo general se trata de poner a disposición de la aduana una serie de documentos relativos tanto al importador y exportador, como a la mercancía y su origen y destino. La documentación solicitada puede variar, por ejemplo, en función de los países de origen o destino o del tipo de mercancía a transportar. Aunque algunos de los documentos más habituales son:

  • Factura de compra venta de la mercancía, en la que quede correctamente acreditado que se ha realizado una transacción comercial de manera legal.
  • Bill of Landing, en el caso del transporte marítimo, o documento de embarque análogo relacionado con el medio de transporte que vaya a utilizarse (AWB, CMR…).
  • Packing list, que reproduzca detalladamente el contenido del envío y que debe reflejar inequívocamente los datos que lo asocien a la factura comercial.

Dada la importancia de este paso, el encargado del despacho aduanero es el Agente de Aduanas, que es un profesional certificado por la Agencia Tributaria que se ocupa de realizar todos los trámites en nuestro nombre.

Los circuitos o canales aduaneros

En el momento en que se solicita el despacho aduanero de una mercancía, la autoridad aduanera le asigna un circuito de entrada, que implicará la necesidad o no de una revisión posterior. La asignación de uno u otro canal se realiza combinando modelos estadísticos y otros parámetros que también incluyen controles aleatorios. Por este motivo esta asignación dependerá de varios factores como el origen y destino de la mercancía, el historial del exportador o importador, el hecho de que se trate de un operador con certificado OEA…o en el peor de los casos por puro azar.

Canal Verde

También se conoce como canal de levante inmediato. Si somos asignados al circuito verde será suficiente con haber presentado correctamente la documentación solicitada, entre la que destaca la Declaración Única de Exportación (DUA). Esto no quita que a posteriori se puedan requerir documentos extra o se solicite otro tipo de información.

Canal Amarillo

Se trata de un canal de reciente creación, el cual indica que falta adjuntar algún tipo de certificado de servicios no aduaneros para poder levantar la mercancía.

Canal Naranja

Es el canal de revisión de la documentación. Si somos incluidos en el circuito naranja quiere decir que la administración necesita comprobar o cotejar que todos los datos que hemos declarado en el despacho son correctos. Si esta revisión, exclusivamente documental, es positiva se procede a despachar la mercancía.

Canal Rojo

El canal rojo implica un reconocimiento físico de la carga. Esto quiere decir que, además de revisar los documentos, la autoridad aduanera trasladará nuestro contenedor hasta un punto de inspección fronteriza (PIF) para inspeccionar sobre el terreno que realmente los datos que hemos reflejado en nuestra declaración coinciden con la realidad. Si todo está en orden se procederá a despachar la mercancía.

Si caemos en el circuito rojo, no solo nos arriesgamos a importantes retrasos al tener parada nuestra mercancía hasta que nos den el visto bueno, sino que además estaremos obligados a pagar los gastos generados por la inspección.

Por este motivo es especialmente importante confiar nuestros envíos internacionales de mercancías a profesionales expertos en aduanas como Stock Logistic.