Entre el Black Friday –día que se inaugura la temporada de compras navideñas, una tradición norteamericana pero que se ha ido extendiendo por el resto del mundo- y Navidad se prevén 106 millones de envíos. Son datos que estima la organización UNO que advierte del esfuerzo humano y técnico que supone. Por día la patronal prevé que las empresas gestionen una media de 3,7 millones de envíos, cifras que podrían alcanzar los 5 millones durante los días de máximo volumen.
Las empresas del sector logístico, conscientes de estas previsiones, llevan meses preparándose para esta avalancha que pondrá a prueba su capacidad de planificar operaciones a corto o medio plazo y también reaccionar ante situaciones imprevistas. Es el caso de Stock Logistic, operador logístico con una capacidad de transporte global, con servicios por tierra, mar y aire en todo el mundo.
Este aumento de la demanda se producirá en un marco especialmente complejo: la tensión de la cadena de suministro global. En los últimos meses la falta de equipos, los altísimos fletes marítimos o la congestión en los grandes hubs portuarios mundiales han condicionado el día a día del mundo logístico. Se suman a los problemas que está sufriendo la industria, con altos costes energéticos, o la escasez de ciertas materias primas y microchips, esenciales para muchos sectores productivos. Una disrupción para la economía mundial en toda regla.
¿Posible desabastecimiento?
El temor a un posible desabastecimiento de productos lleva semanas ocupando titulares en los medios de comunicación o generando comentarios entre la opinión pública. Es una verdad a medias ya que grandes operadores logísticos o cargadores desechan que esta situación se vaya a producir próximamente. Aunque reconocen que si se podría producir falta de ciertos materiales o productos que no sean de primera necesidad. Sin duda el Black Friday y la Navidad pondrá a prueba hasta qué punto la logística es capaz de sortear los cuellos de botella para llegar, con los menos sobresaltos posibles, hasta el consumidor final.
En 2022: ¿normalización?
Muchos expertos coinciden en señalar que esta situación se podría normalizar -aunque sólo en parte- en la primera mitad del año próximo donde se espera una demanda más diversificada en el tiempo. Es muy probable que siga faltando espacio en los buques, aunque de una manera menos acusada que en los últimos meses. En cuanto al transporte terrestre seguirá acusando la falta estructural de conductores por lo que la intermodalidad va a empezar a tener un relevante cada vez más relevante.